viernes, 1 de agosto de 2008

A Marcelo le salió el tiro por la culata

Por: Jorge Carlos Díaz Cuervo
Publicado en El Economista el viernes 1 de agosto de 2008


El único sorprendido por los resultados de la encuesta organizada por el gobierno de la ciudad fue el propio Marcelo Ebrard. De un estimado de 2 millones, tan sólo participaron 800,000 (12% del padrón de electores del DF).


¿Por qué? El despliegue de recursos fue suficiente para que quienes tuvieran intención de hacerlo se toparan con mesas de votación atendidas por funcionarios públicos en casi cada esquina. Además, según José Ángel Ávila y sus encuestas, el secretario de Gobierno, que como organizador de elecciones nos hizo recordar a Manuel Bartlett, 75% (5 millones aproximadamente) de los y las habitantes de la ciudad estaban deseosos de participar, y 73% conocía la consulta y la fecha en que se llevaría a cabo. ¿Qué pasó entonces?


Por si eso no bastara, se giraron instrucciones precisas para que las estructuras delegacionales y los principales operadores de programas sociales garantizaran niveles de participación que atendieran las instrucciones del Jefe de Gobierno. Incluso, se negociaron y determinaron metas específicas para cada uno de ellos.


¿Qué sucedió entonces? ¿Quiénes fallaron? La contracampaña instrumentada por la derecha, justificación recurrente que balbucean sin convicción funcionarios y líderes del PRD, ¿es en realidad la respuesta a estas preguntas?


Me parece que no. Creo que la izquierda que se prestó a instrumentar las ocurrencias de Marcelo Ebrard se debe a sí misma respuestas serias. Creo que los intelectuales y líderes ciudadanos que apoyaron el ejercicio también deben enfrentar estas preguntas con honestidad.


Aquí algunas luces, por si sirven de algo:
La ciudadanía sabe identificar la legitimidad de ejercicios de participación ciudadana cuando se garantizan principios democráticos como el de imparcialidad, utilidad pública, secrecía y libertad. En sentido contrario, percibe intentos de manipulación y coacción. A nadie le gusta participar cuando el árbitro no sólo es dueño del estadio y del balón, sino que públicamente se pronuncia en favor de uno de los equipos.


La construcción de instituciones electorales autónomas, legítimas y respetable ha requerido de muchos esfuerzos y de tiempo. La ciudadanía protesta cuando esa autonomía se pone en entredicho. El IEDF debió resistir las presiones coyunturales del gobierno de la ciudad en aras de bienes superiores: su prestigio y legitimidad.


Según casas encuestadoras serias, el PRD ha perdido militantes y seguidores. Si hoy se celebraran elecciones, 5 millones de personas que votaron por el PRD en el 2006 ya no lo harían. Es cada día más evidente que la ciudadanía esta dispuesta a castigar y premiar a través del lenguaje que mejor entiende la democracia: los votos.


La universalización de derechos en materia de desarrollo social es cada vez un concepto mejor entendido por la ciudadanía. El voto corporativo y clientelar está perdiendo terreno frente al ejercicio de las libertades inherentes a la legalidad democrática. Los chantajes, amenazas y presiones topan cada día, con mayor severidad, con la dignidad de hombres y mujeres que no están dispuestos a seguir siendo utilizados como carne de cañón.

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